La homeopatía es un método de curación mediante la prescripción de una materia prima diluida y agitada. Esa materia prima puede ser vegetal, animal o mineral.

Sin embargo, además de estas sustancias comúnmente conocidas, también se utilizan productos de enfermedades, productos corporales y sustancias y compuestos químicos (si están indicados).

Dado que una dilución homeopática ya no contiene ninguna materia prima material, no es una carga material para el cuerpo, sino que las fuerzas dinámicas (procesamiento de la información por el cuerpo) trabajan tanto más.

La dificultad de la homeopatía reside sobre todo en la patología crónica, tomarse tiempo para el proceso de curación es a veces un obstáculo difícil de superar para el paciente. Para esta patología crónica, trabajo con la clasificación de enfermedades (un cuestionamiento sistemático de causa y efecto).

Las potencias bajas (potencias D) que se pueden adquirir libremente sin receta, actúan a un nivel metabólico físico básico, se eliminan rápidamente del cuerpo y, por lo tanto, deben repetirse más veces al día. Este no es el caso de las potencias más altas.
La afirmación ''si no hace ningún bien, no hace daño'' ciertamente no se aplica a las potencias más altas y sólo puede ser guiada responsablemente por un homeópata experto. Las potencias más altas (a partir de C) no sólo afectan a la experiencia física, sino también a la mental y emocional del paciente.

El tratamiento homeopático fue desarrollado (aún más) por el médico y químico alemán Dr. Christian Samuel Hahnemann (1755-1843). El método curativo en sí ya existía desde hacía tiempo: Paracelso ya investigaba sus efectos.
Sin embargo, Hahnemann desarrolló este método de medicina hasta convertirlo en la forma más singular de prescribir sobre la individualidad del paciente. (Por ello, a la homeopatía también se la llama la reina de la medicina).

Fue el fundador de la farmacopea homeopática actual: las normas de preparación magistral de los medicamentos. Adelantado a su tiempo y completamente dedicado, había logrado comprender los procesos de curación del paciente.

¿Para qué dolencias puede utilizarse la homeopatía?
Como Primeros Auxilios (dolencias agudas como una caída, un hematoma, una quemadura, la picadura de un insecto, un susto grave, etc.).
Constitucional (afección adquirida) en afecciones/síntomas en los que el paciente presenta una capacidad de respuesta de razonable a buena.
Como clasificación de enfermedades (en dolencias con un cuadro a largo plazo, hereditario y/o patológico, como enfermedades autoinmunes, artritis reumatoide, dolencias neurológicas, dolencias del movimiento, dolencias hormonales, dolencias cutáneas, etc.).
Asesoramiento sobre cese, desintoxicación y vacunación. Eliminación de la carga iatrogénica o apoyo al sistema inmunitario durante intervenciones químicas o quirúrgicas.
La homeopatía puede (en la mayoría de los casos) utilizarse bien con los medicamentos habituales.

«Das höchste Ideal der Heilung ist schnelle, sanfte, dauerhafte Wiederherherstellung der Gesundheit».